Vamos, súbanse a las mesas. ¡Venga! ¿A qué esperan? Repitan conmigo: "Soy el dueño de mi destino, soy el capitán de mi barco." Probablemente leáis esto con la misma incredulidad con la que yo miraba a mi profesora cuando nos dijo esto. Y lo hicimos, vaya que si lo hicimos..
Aquel año fue más que complicado. Un diagnóstico descorazonador que más tarde se llevaría a una de las personas más grandes que jamás ha pasado por mi vida. Una de las personas más risueñas que no encuentra fuerzas para seguir con su vida. Uno de los años en los que mis estudios eran un caos. En definitiva, uno de esos baches de los que habla tanta gente.
Era mi cuarto año de universidad, acababan de pasar los exámenes del primer cuatrimestre, que habían sido un auténtico desastre. Llegaba tarde a mi primera clase de "Inteligencia emocional". Toco en la puerta y entro.
Que coño.. Todos mis compañeros estaban subidos sobre la mesa, repitiendo entre risas que eran capitanes de no se que barco. Cerré la boca que se me había quedado abierta en una mueca de sorpresa. Me dirigí a mi sitio mientras los alumnos bajaban de la mesa y la profesora se presentaba. Estaba loca pero era simpática.
Durante cuatro meses hicimos más locuras como esas, escuchábamos música, hablábamos de lo que nos gustaba, de lo que no. Escuchamos la historia de nuestra profesora. Aprendimos a identificar como nos sentimos. A valorarnos. A saber como nos hablamos a nosotros mismos para empezar a hablarnos bien, a querernos.
Lo que trato de decir con todo esto es que a pesar de lo que siempre me ha costado tener un buen concepto de mí misma, descubrí que es posible mejorarlo si se tiene la ayuda necesaria. Lo más importante es ponerse metas pequeñas. Primero empecé por encontrar mis puntos fuertes y desarrollarlos. Ver las partes en las que considero que fallo, entenderlas y aceptarlas como parte de mí, sin dejar de intentar mejorar.
Ser objetiva. Escuchar y aprender. Aprender que a veces hay momentos malos y que somos capaces de sobreponernos porque siempre hay alguien que nos hace seguir. Aprender que a veces conseguimos cosas que no nos creíamos capaces de conseguir. A rodearnos de personas que nos hacen sacar lo mejor de nosotros mismos. Que nos hacen confiar, creer, crear.
Sé que puedes conseguir todo lo que te propongas. Que cada paso que das, te acerca a donde quieres llegar. Que dentro de ti hay mucho más de lo que conoces. Que si te caes, puedes volver a levantarte. Que cuando mires a tu lado siempre habrá alguien que crea en ti. Que la vida sigue, que no se detiene. Que lo importante es que por cada lágrima encuentres dos sonrisas y si no, dibújalas. Eres el dueño de tu destino, eres el capitán de tu barco. Inténtalo.
"Estoy intentando hacerme amigo del miedo y reírme a carcajadas cada vez que puedo. Estoy intentando sonreír a cada niño con el que me cruzo y sumergirme en cada relación con el oficio de un buzo. Créeme, lo estoy intentando.
Estoy intentando no darle importancia al hecho de que no seas como te había imaginado. Estoy intentando jugar sin que me importe el resultado y relajarme cuando quiero usar el váter pero está ocupado. Créeme, lo estoy intentando.
Estoy intentando ser consciente de que el sol sigue ahí arriba. Estoy intentando controlar mi ira. No tragar de golpe y así, poco a poco, saborear la vida. Estoy intentando decir la verdad y hacerlo de manera que menos duela. Dejar de usar la rueda y gastar más suela. Estoy intentando no echarle la culpa a otros cuando algo sale mal. Pisar un suelo más natural y salir de vez en cuando de esta ciudad áspera y artificial. Estoy intentando aprender a sonreír cuando me demuestran que me equivoco, a dejar de disimular que soy un loco, a sentir la energía de cada pequeña cosa que toco. Créeme, lo estoy intentando.
Estoy intentando dibujar sonrisas en mi barrio. Intentando decidir si prefiero unos ojos o unos labios. Estoy intentando memorizar cada sueño cuando me despierto y caminar sin dudar, porque cada instante de duda es un instante muerto. Estoy intentando hablar más con desconocidos y no girar la cabeza cuando alguien me mira demasiado. Estoy intentando ser neutral y objetivo, tomarme la vida con la perspectiva del que no se queja aunque tenga algún motivo. Estoy intentando escribir y vivir para volver a escribir y hacer de ese círculo un maravilloso jardín en el que existir. Estoy intentando callar cuando no se que decir. Plantarme y discutir antes que agachar la cabeza y huir. Créeme, lo estoy intentando.
Estoy intentando dar de comer a cosas invisibles. Y a enamorarme de cosas insignificantes. Y a no dar importancia a esas cosas que nos venden como grandes. Estoy intentando pensar más en los que me quieren. Reírme de mis fobias. Estoy intentando que mi corazón no se acelere si se acercan quienes me odian. Estoy intentando asumir que el mundo no es justo. Y que el rencor de otros es lógico. Y que el amor se marchita si no lo riegas. Y que la muerte no avisa cuando llega. Y que quien juega limpio no siempre recibe apoyo. Estoy intentando dedicar más tiempo a mirar las estrellas, a beber más aguar, a abrazar, a besar y a dar muestras de afecto sin un motivo aparente. Estoy intentando ser más imperfecto, hacer lo incorrecto, ser más imprudente. Estoy intentando liberar al payaso que encerré en la mazmorra de la vergüenza hace tiempo ya. A no hacer algo porque lo hagan los demás. A hablar con los animales y a tratarlos como a iguales. Estoy intentando ser más insensato y así amar y entregarme sin medida. Ser feliz, aunque sea a ratos, y darle un sentido a esto que llaman vida. No sé si lo conseguiré pero.. Créeme, lo estoy intentado."
Nach - Lo estoy intentando.